Ayer en el Día Mundial contra el Cáncer, compartí mí tarde con un montón de gente, quizás demasiada, que no paró de enseñarme lo que realmente es importante: VIVIR.
Esfuerzo, superación, ilusión y fortaleza son parte de la personalidad de mucha gente que un día comenzaron a tener que luchar más allá de la rutina diaria. Levantarte un día y saber que en tu interior hay algo con lo que tienes que empezar a convivir en espera de que finalmente le ganes la batalla es un sentimiento que no puedo describir, que desconozco y para el que no me encuentro cualificada ni autorizada a intentar imaginar.
Me encontré sentada en aquel gran salón de actos del Xanit Hospital internacional escuchando como pacientes y familiares daban las gracias a aquellos profesionales que se habían convertido, por azar, en partes de sus vidas, en prolongaciones de sus días, en las oportunidades que esperamos para seguir pasito a paso…
“Gracias a personas que han hecho de su vocación su profesión” podría haber sido el eslogan, son esa especie mágica, única, especial y necesaria, esa mano amiga que necesitamos para levantarnos, ángeles de bata blanca en los que depositamos nuestra última carta a jugar.
Me encontré entrelazando las manos con mi compañera y amiga, dejándonos llevar por la emoción…
Luchamos por la educación, por los valores, por la igualdad, por los derechos… pero a veces nos cuesta imaginarnos en una pelea por la vida, quizás el miedo, mal compañero en los enfrentamientos, nos juega malas pasada… no estamos diseñados para esto.
Cristina Nuño es una de las profesionales que se enfrenta cada día a sus pacientes, me contaba que ella recuerda a cada uno de ellos, no tiene duda, decía, al final se convierten en parte de su vida.
Charlando le pregunté:
¿Por qué esta especialidad Cristina? Es muy triste…
Me contestó con su permanente sonrisa: “Por esto… por ellos”
“Y entonces un día te das cuenta
que todo comienza de nuevo… y
la sonrisa vuelve a ser la dueña de
tu vida”
Por cosas del azar he encontrado tu blog. Soy Rocío Alfaro, la chica de la foto y de la frase que le acompaña.
Gracias por tus reglones llenos de emoción y sentimiento. Creo que ese día descubriste que estás más cerca de los pacientes de cáncer y sus familiares de lo que creías; solo por haberte emocionado con nosotros un rato de tu vida. Creo que te pusiste nuestros zapatos para caminar un rato…
Es cierto, totalmente cierto que el personal médico entra en tu vida, y forma parte de ella indefectiblemente. Y es maravilloso, porque son personas de una alta calidad profesional, pero sobretodo, de una altísima calidad humana.
Yo también tengo un blog, que tengo bastante abandonado….que te invito a visitar: rociocuenta.blogspot.com
Gracis por estos renglones tan maravillosos
Un saludo
¡Qué ilusión! Gracias Rocío por escribirme, Cuando ví la foto te sentí parte de mi vida, tenía ganas de llegar a casa y reflexionar sobre todo lo que había sentido. Las palabras, por primera vez, no fluían… es el respeto que os tengo, valientes luchando por mantener esa preciosa sonrisa. Me dejo caer por tu blog y espero poder un día darte las gracias por haberme mostrado con un gesto lo que es importante en esta vida. Serendipity… las casualidades a veces tiene un precioso significado.