El arte de fracasar…

Justo en el momento en el que descubres cómo acabará comienzas a disfrutar de vivirlo.

Este mundo perfeccionista está acabando con la posibilidad de fracaso y debemos ser muy respetuosos con un concepto que forma parte de «El arte de andar por el mundo». Fracasamos, sí… y esto forma parte de las muchas posibilidades que nos ofrecen las experiencias.

Podemos elegir, debemos seleccionar y cabe la posibilidad de que no lo consigas, pero esto no puede ser lo que marque tus días. Mirar alrededor y tomar otro camino es el primer paso para convertirte en una persona, no sé si de éxito…( no entiendo muy bien esta palabra, demasiado amplia y subjetiva, algo presuntuosa y bastante fea en apariencia)… pero sí un poquito más feliz.
Tenemos tanto miedo al error, que a veces ni tan si quiera empezamos… es como una partida de futbolín que tienes claro que no ganarás, pero que te atrae, te divierte, te emociona el simple hecho de pensar en la bolita entrando en la portería del enemigo… hasta que cedes el turno al compañero, para evitar la humillación.

 

Perder forma parte de la vida, deberíamos estar acostumbrados y, sin embargo, es algo para lo que nunca estamos preparados. Cuando apuestas quieres ganar, cuando deseas quieres tenerlo, cuando te esfuerzas simplemente quieres conseguirlo… y así, al parecer, no son las reglas… Fracasar es una posibilidad, sentirte un fracasado una actitud.

 

En estos días en los que he emprendido proyectos que no he conseguido, no al menos como había soñado, he descubierto lo importante que es pararse y sentir. Sentir la sensación que da esforzarte por algo que no llegas a conseguir y reinventarte para buscar el camino que te permita seguir sin volver la vista atrás.

 

Cuando te das cuenta de que no será posible, mirar a tu alrededor se convierte en una maravillosa aventura.

Y tiene que llegar ese momento en el que simplemente digas que no puede ser, dejes de insistir en algo que no estaba hecho a tu medida y permitas reiniciarte para empezar otra increíble aventura. Disfrutar, aprender y madurar de ese tiempo que invertiste y lanzarte a ser protagonistas de nuevas historias.

No nos han enseñado a disfrutar de los fracasos…

Alguien me dijo una vez que es mejor ser protagonista que espectador y no le puedo quitar la razón (mucho mejor disfrutar de la vida que verla desde el palco, por muchos frutos secos que nos den)… Pero si decides participar al menos escoge el papel principal, aunque las criticas terminen siendo nefastas, que nadie te diga que no lo intentaste… no será perfecto, pero será arriesgado, las posibilidades de fracaso aumentan conforme mayor es tu implicación, pero aquello que te queda en tu interior, una vez todo ha acabado, será como tirarte en paracaídas con un vértigo incurable.

 

Si juegas… juegas… no te quedes a media.

 
Y cuando pierdas, aprende… nuevos caminos, nuevas caricias, nuevas fórmulas de vivir en este mundo de infinitas posibilidades… no está escrito… no lo está…

 

gema estre

 

 

 

He fracasado… pero, por alguna extraña razón, tengo dibujada una sonrisa diferente para emprender el camino de vuelta…

 

 

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