¿Y si fuera la última Navidad?

¿Y si fuera la última conversación? ¿El último café compartido? ¿Ese último abrazo o beso?… ¿La última posibilidad decir lo siento? ¿El último te quiero? …¿La últimas navidades?

 

 

Y aquí estamos, viviendo al día, con esa energía desbordada que no nos permite pararnos a pensar unos segundos antes de explotar. Quizás sea la última posibilidad de tener a esa persona delante, pero nos comportamos como  inmortales y a los que nos rodea parte inamovible de nuestro escenario. De pronto nuestro  mundo se balancea y la vida te pone experiencias que te demuestran que tenemos que empezar a practicar el arte de disfrutar de los momentos.

 

Hoy les observaba ensayando y más que nunca me fijaba en cada gesto, en esos movimientos de sus pequeñas manos, en sus sonrisas que rompían el silencio de aquel gimnasio. Pensaba en lo mucho que habían crecido, me lamentaba mientras recordaba que quizás no les había disfrutado del todo, en cada conversación, en cada una de las clases… ¿y si fuera la última actuación?… no pude evitar emocionarme…

 

Me he sentado en el camino, en este ritmo frenético en el que un día decidimos comenzar a vivir, he dejado de lado unos segundos la mochila cargada de esa madurez y con ella responsabilidades, decepciones y miles de miedos… y he decidido imaginar qué pasaría si

 

 

Si hubiera sabido que aquellas eran las últimas navidades le habría observado más, le habría escuchado y habría disfrutado de simplemente estar, habría intentado grabar su voz en mi memoria auditiva para recordarla cada día al despertar, habría brindado hasta romper la copa, habría obviado la luces del árbol para quedarme solo con la que desprendía su fuerza y esas ganas locas de vivir… le habría dicho muchos te quieros y comido a besos (aunque aquello le horrorizara)… le habría regalado mucho tiempo y todos los silencios que hubiera deseado.

 

Efectivamente… borregos que vivimos los días sin pararnos a pensar en que no siempre tendremos la suerte de compartirnos, que los escenarios cambian y, con ellos, sus protagonistas…

 

¿Qué haría si supieras que…?

Decir te quiero, abrazar, besar, sonreír, compartir, tiempo, ilusión, planes, viajes, sueños

Mirar fijamente, escuchar sin distracción, disfrutar de las carcajadas, de esa voz…

Compartir mucho, compartirlo todo.

Permitir que los segundos cuenten, que el silencio tenga su espacio (ese en el que nos dejamos llevar por el olor).

Saborear los momentos y que no nos importe que nos pillen mirando con esa media sonrisa, disfrutando de esa habilidad para hacer que el mundo se pare a base de historias de una vida llena de anécdotas.

Abrazar hasta romper.

Estar…

 

Si supiera que… simplemente lo haría todo.

 

 

 

 

 

 

 

 

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