Avanzar…

 

Cuida tus pensamientos, porque se volverán palabras.
Cuida tus palabras, porque se volverán acciones.
Cuida tus acciones, porque se volverán hábitos.
Cuida tus hábitos, porque formarán tu carácter.
Cuida tu carácter, porque se convertirá en tu destino.
¿Ya ves? Nos convertimos en lo que pensamos.

Margareth Thatcher
(Cita de su papel personificado por Mery Streep en Iron Lady)

 

Volver a la rutina a veces da miedo… retomar las cosas y volver al mismo punto de partida, porque aunque comenzamos el año con un montón de buenos propósitos y con la energía que da la lista de planes que hacemos (tras el empacho de uvas), la realidad es que debemos comenzar nuestro ritmo habitual, nuestra vida, con todo lo que ello conlleva, incluida las ausencias.

Hace tiempo que dejé de pedir deseos al comenzar el año, no porque perdiera ilusión, sino porque no tengo prisa por pensar qué voy a hacer con mi vida este 2016 y no me gusta hacer muchos planes… creo en el DESTINO (aunque este sea un asco en algunas ocasiones y sin duda, el peor enemigo)… por el contrario a veces la SERENDIPIA pone en tu camino gente mágica, de esas que te cambian y te mdesapareceruestran algún rincón secreto de ti mismo que desconocías… eso es lo que le hace ganar puntitos al destino…

Estamos en la recta final de unas fechas que no cuentan con todo mi apoyo, sinceramente… arrancaría su acomodado espacio en el calendario y acabaría con ellas… (Cruel, lo sé)… Pero este año pacté conmigo misma que lo intentaría… dejaría de lado mis diferencias con ellas y buscaría la forma de ver el lado bueno de las comilonas y el gasto innecesario… entonces hice una pequeña fórmula en la que el resultado era DESAPARECER… perderme unos días y que unas “fechas” (como llamamos a esta bonita época del año) se convirtieran unas vacaciones…ha sido como un retiro… desaparecer para encontrarse… y no hablo del hecho de desaparecer físicamente… que también… sino hacer una parada en el camino de mi acelerado y complejo pensamiento absolutamente emocional (y desequilibrado) para dejar paso a un pensamiento algo más contenido, analítico y como no… aburrido. Pero era necesario, porque a veces las personas, que nos dejamos llevar tanto por los sentimientos, sufrimos momentos que luego nos cuesta digerir, pues no estaba en el fantástico guion organizado… ser una “Flower Power” está bien, siempre y cuando eso no te haga caer en el error de no ver más allá de tus narices…

 

A veces, cuando acabamos con algo, es como si una parte de nosotros se quedara en esa época, en ese proyecto, en ese viaje, en esa persona… nos cuesta alejarnos, porque en realidad somos una coleccionistas enfermizos… evitamos deprendernos y esto hace difícil, en ocasiones, la posibilidad de poder tener nuevas experiencias: todo el espacio que tenemos está copado por algo que ya ha terminado…

Este es mi único propósito este año, dejar de coleccionar, de acumular fotografía viejas… vaciar la estantería de finales para que puedan formar parte de mi vida nuevos momentos, personas, viajes… No nos enseñaron que las cosas acaban y, cuando llega el inesperado The End, la tristeza de saber que es algo que no volverás a tener no nos permite disfrutar absolutamente de nada de lo que está por llegar…

Cada semana, día, hora, minuto… ocurren a nuestro alrededor historias emocionantes, rozamos a personas que seguramente formarían parte de nuestra vida de no estar mirando hacia atrás, buscando el punto exacto en el que perdimos un objeto de nuestra viejuna colección… microhistorias que pueden hacer de ese momento algo único

Mi lista de deseos para el 2016:

AVANZAR…

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