Cerrar ciclos

He aprendido mucho más de maleta

mi única derrota

que de todas mis victorias

Carlo Magno

 

 

Interpreté los recuerdos, cada uno a su manera, según cómo viví aquel momento y desde el lugar en el que observaba la historia. Interpreté las palabras, y todo dependió del vocabulario que en ese preciso instante quise utilizar, de mi estado de ánimo, de …
Interpreté la historia…dependiendo de cuánto quería que durara…

 

Cerrar ciclos…con lo fácil que debería de ser pegar un portazo… con energía y sin preocuparme del ruido, dejando las llaves dentro, evitando retroceder esos  minutos en los que la dependencia, con ese toque de ilusión, me hará volver la vista atrás pensando en que quizá, mientras doy esos primeros pasos, algo se esté tranformando.

Dicen que uno de los errores ortográficos de la vida es no saber poner punto final…

Sencillamente no funciona… y no merece la pena buscar en el inexistente manual de instrucciones, porque las cosas tendrían que ser más fáciles, decir qué queremos y cómo. Que los segundos se convierten en milésimas en una vida en la que todo va a excesivamente rápido… casi sin tiempo de hacer balance… (si no te puedes comprar ese fantástico bolso de Prada, no sigas mirando la etiqueta esperando a que el puñetero precio cambie…)…
Hay historias que no están hechas para mí…

 

No dejar de soñar, construir castillos con la confianza de que, aunque caigan, siempre habrá arena con la que volver a empezar… solo dependerá de ti…

El mundo es redondo…

 

¿Por qué tiene que acabar? Quizá porque no tendríamos la oportunidad de disfrutar de otras historias. Asumamos retos entonces…

Dicen que de momentos de crisis surgen oportunidades… y que, aun tomando caminos distintos, siempre habrá un punto de reencuentro en este mundo (no sé si en esta vida), que hay historias que ya han cumplido su función y que permitirse finalizarlas ayuda a retomar las energías para seguir…
… acabar para empezar….

 

Es posible que no lo tenga claro, que cada dos minutos cambie de opinión, que me levante comiéndome el mundo y lo termine con tantas dudas que no sepa lo que haré al día siguiente.

Y estas, cuentan, son las reglas del juego: el riesgo de perder, la posibilidad de ganar, la satisfacción de aprender, la de luchar e incluso la de haber formado parte de vidas paralelas que empezaron por el final…esta es la vida… un montón de decisiones que tomar.
Cerrar ciclo, avanzar, reinventarse… y quizá en ese momento no estarás tú…

 

Se separaron. Ella tomó el camino hacia la izquierda. Él, el de la derecha. Pero se olvidaron de algo. El mundo es redondo.

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