“Hoy me pregunto ¿cómo estará Nepal llorando esta situación con más de 6.200 muertos y miles de afectados en este país donde la distancia entre la vida terrenal y la celestial es tan cercana? ¿Cómo harán para volver a sobreponerse a esta catástrofe ahora que ya comenzaban a caminar social y políticamente hacia la prosperidad? ¿Dónde volverán a construir sus casas y cuánto le durarán? ¿Dónde podrán dormir cuando llueva los que ahora se la juegan al aire libre? Y, detrás de cada interrogante surge el; ¿cómo puedo ayudar desde aquí?..”
Hay personas que marcan una diferencia y que se crecen en los momentos más duros, de esas que no miran para otro lado y que frenan por un instante su rutina para averiguar cómo mejorar la de aquellos que tiene a su alrededor.
Estas personas me sorprenden (e inevitablemente me enamoran), pero especialmente me hacen reflexionar sobre cómo es posible que no seamos multitud los que salgamos de nuestra zona de confort para ayudar a avanzar a un mundo que en estos momentos se encuentra a medias.
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y seguro que anotaréis un flezacho más en vuestra lista.
Suerte que aún nos quedan personas que saben conquistar.
“Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas… puede cambiar el mundo”
