Niega lo imposible y abraza lo imaginario
Cada día es un reto, a veces requiere más esfuerzo, otros sabemos que será difícil alcanzar el objetivo y, en todos, el miedo nos acompaña. Es inevitable porque, cuando no sabes qué habrá al final de una historia, el camino se hace un poquito más largo y nuestro espíritu luchador intenta sentarse a reorganizar y recolocar las ideas para seguir avanzando… y no tenemos tanto tiempo.
¿Por qué continuamos? ¿Por qué nos retamos? ¿Por qué nos ponemos a prueba?… porque el resultado sabemos que merece la pena.
Por un momento piensa en lo que tienes a tu alrededor e imagina en la posibilidad de perderlo, da igual lo que sea, simplemente cierra los ojos y piensa en algo o en alguien. Entonces un pequeño nudo se acomoda en el estómago, es ese movimiento interno que te avisa de que las emociones se están alterando. No puedes imaginar el mundo sin aquello que para ti es importante, una sonrisa, un olor, una persona… ¿Cómo reaccionas? ¿Esperas para ver qué sucede?…
Quiero pensar que las personas somos luchadoras por naturaleza, que nos movemos por esos impulsos maravillosos que nos da la pasión, que buscamos y buscamos hasta encontrar la clave y quitarnos la horrible sensación de que no hay nada que hacer, de que todo está perdido.
Escucho a Eva y me contagia las ganas de avanzar, pienso en Nacho y deseo agitar el mundo para que despierte, pienso en su reto y necesito creer que nos pondremos todos en movimiento…
¿Y por qué? Porque la empatía es una arte que muchos practicamos, porque queremos crear un mundo de oportunidades para todos, porque no nos conformamos, porque creemos en las cosas que son importantes y por las personas… por Nacho, por Eva, por su reto…
Conoce El Reto de Eva pinchando en la imagen
