Sin poner los pies en el suelo…

 

Nos da miedo preguntar sobre qué siente o cómo lo siente una persona, sobre qué quiere de ti, sobre qué busca o ha perdido… nos acojona tener información que nos obligue a actuar, a modificar nuestro ritmo, a cambiar lo que pensamos. Vamos por la vida interpretando y construyendo micro vidas dentro de la nuestra…
Y nos acojona responder, porque nos da miedo equivocar las palabras exactas con las que hacerlo y que esto provoque un efecto dominó… perdiendo aquello que no sabemos si queremos o el espacio que ocupa, pero que de alguna manera ya forma parte de nuestra rutina…

 

Es cuando observo tanta torpeza, a la hora de gestionar esta parcela en las relaciones personales, cuando me doy cuenta de que no nos han enseñado lo más importante…. VIVIR.

 

Los lunes es día de debate, planteamos un tema y tras un tiempo de reflexión comenzamos a compartir nuestras opiniones.

A veces, les digo, nos toca defender posturas con las que no estamos de acuerdo. Entonces las protestas se disparan…

 
-¿Cómo voy a defender algo que no comparto?…

 
Y siempre les respondo lo mismo:

 
-Porque si llega ese momento estoy convencida de que será por una persona que valga la pena.

 

Críticos, reflexivos, pasionales, reivindicativos, inconformistas, expertos, con una capacidad increíble de adaptación y, el factor más importante…que vean el mundo tan pequeño que crean que pueden estar en cualquier lugar con solo desearlo . Así quiero que sean cuando nuestro tiempo compartido haya acabado, quizás entonces, habré contribuido a que decidir, relacionarse y disfrutar sea una realidad… y no un paseo de equilibrista.

 

Cuando les veo viviendo la vida, como si cada día fuera el último, me pregunto qué hacemos mal para que deje de ser así. Creo haber obtenido las respuesta: seguridad, responsabilidad y miedo… Construimos nuestra vida sobre la base de experiencias y no seleccionamos, sino que las ponemos todas una al lado de otra hasta que finalmente no las diferenciamos, formando aquello en lo que se convertirá nuestro futuro.

Hace unos días me hicieron una entrevista, una nueva experiencia, satisfactoria porque sabes que aquello que piensas llegará a otras personas, con el miedo (ese con el que convivimos y que nos hace callarnos muchas cosas) que provoca el quizás no todo el mundo lo comparta… y me preguntaron:

 

 

-¿Por qué dices que te gusta vivir sin poner los pies en el suelo?

 
Fueron unos segundos los que me regalé intentado encontrar la respuesta a una afirmación que había dejado por escrito y sobre la que no había reflexionado…

 

-Porque soy maestra y estoy rodeada de espontaneidad…

 

Preguntar y responder, disfrutar de los fracasos, aceptar los nuevos retos, redirigir nuestra vida, construir nuevas historias y vivir como si ese instante fuera el último… si ellos me han enseñado todo eso… no puedo decepcionarles.

 

La vida es una obra de teatro que no permite ensayos…
Por eso, canta, ríe, baila, llora
y vive intensamente cada momento de tu vida…
…antes que el telón baje
y la obra termine sin aplausos.

CHARLES CHAPLIN

 

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